viernes, 25 de diciembre de 2009

Queja ante el gobierno de Canadá en contra de la mina marlin propiedad de la Goldcorp

Por Cameron francés

TORONTO, dic 9 (Reuters) - Una coalición de grupos comunitarios de Guatemala ha presentado una queja ante el gobierno de Canadá solicitando una investigación sobre presuntos violaciónes de los derechos humanos en (Goldcorp G. TO) la mina Marlin, ubicada en el país centroamericano.

La demanda fue presentada en virtud de las directrices de la Organización de Cooperación Económica y el Desarrollo, de los que Canadá es miembro, y un Departamento de Asuntos Exteriores Comisión de que acepta quejas de las comunidades perjudicadas por las industrias canadienses que operan en el extranjero.

La demanda de la información, la preocupación por supuesta contaminación y el agotamiento de agua potable, así como erupciones en la piel y otros alimentos que sufren las personas que viven cerca de la mina, y daños estructurales a casas cerca del proyecto debido a las explosiones y los camiones pesados.

"La mina Marlin ha dividido a nuestro pueblo, acosado manifestantes, y nos hizo temer por la salud de nuestras familias," Sister Maudilia López Cardona, de la coalición de la FREDEMI de Guatemala, dijo en un comunicado.

La mina Marlin, que Goldcorp adquirió cuando compró Glamis Gold en 2006, ha sido la fuente de varias protestas y las interrupciones en los últimos años. Produce alrededor de 250.000 onzas de oro y 4 millones de onzas de plata al año.

"Estas son las denuncias de que la gente ha estado haciendo durante el tiempo que la mina ha estado ahí ... es simplemente infundado", dijo Jeff Wilhoit, un portavoz de Goldcorp.

En junio, los manifestantes incendiaron una camioneta y equipo de perforación de exploración en un proyecto de perforación fuera de la operación principal, alegando Goldcorp no tienen derecho a la propiedad.

El año pasado, la fábrica estuvo cerrada Marlin después de que un propietario de tierras local dañado un cable eléctrico que va desde la mina ya través de su propiedad. Ella dijo, la empresa puso la línea en la tierra sin permiso.

La queja se presenta como el Parlamento de Canadá considera que una ley de derecho privado que retener los dólares federales para las sociedades de inversión forma que se encuentra en violación de las normas de responsabilidad social en los países extranjeros.

Acciones de Goldcorp fueron de hasta 44 centavos de dólar canadiense en C $ 42,66 en la Bolsa de Valores de Toronto.
http://pluriculturalidadjuridica.blogspot.com/2009/12/queja-ante-el-gobierno-de-canada-en.html

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Por qué oponerse a la minería de metales?

Guatemala

Camilo Salvadó

La posición que favorece la minería sólo desde argumentos económicos, también tiene una postura errada sobre los impactos ambientales.
Razones económicas
Es frecuente encontrar en los medios de comunicación, expresiones de duda y desconfianza frente a la activa oposición que muchas comunidades campesinas e indígenas, y sus aliados en el movimiento social, han mantenido desde hace años ya, en contra de la explotación minera y petrolera, la construcción de grandes hidroeléctricas y los megaproyectos (mega plantaciones, supercarreteras y otros).
Centrándonos en la minería de metales, podemos ver como en muchos casos -no en todos- se trata de un discurso fabricado por grupos vinculados a las empresas, que ven sus inversiones y ganancias “en peligro”. Estos grupos de interés no quieren entender las razones de las comunidades y sus aliados para oponerse a la “generación de riqueza”; y solamente ven “eco-histéricos” con agendas ocultas o campesinos “manipulados” por aquellos.
Los defensores interesados de la minería (y en general de los megaproyectos) tienen un pensamiento tan cerrado, que solo pueden entender la oposición a estos proyectos, afirmando que los supuestos “eco-histéricos” se están “enriqueciendo” con ello. Tampoco pueden aceptar que las comunidades se movilizan por si mismas, sin manipulación, al ver violados sus derechos o al percibir con sus propios ojos los daños causados al medio natural.
Para comprender los motivos de comunidades y organizaciones para oponerse a la minería de metales, no podemos hacerlo sólo desde la lógica de la economía capitalista. La razón es simple: ningún problema debe entenderse sólo desde uno desde uno de sus ángulos. Por ello se intentará abordar la cuestión de la minería desde el campo de la ecología política, que a nuestro juicio integra elementos económicos, ambientales y políticos.
La mayoría de posturas favorables a la minería -por ejemplo el reciente informe del CIEN “Contribución de la industria minera al desarrollo de Guatemala”- solamente ven esta actividad desde el punto de vista de la riqueza que genera, y sostienen que la minería, por el mero hecho de su existir, tiene un “efecto derrame” sobre el resto de la población (digamos por la vía de empleos o inversiones privadas).
Este argumento es falso, ya que la riqueza generada a partir de la extracción, procesamiento y venta de oro y de otros metales estratégicos (como el uranio), es y será solo para la minera. El “efecto derrame” no existe, a menos que llamemos así a: a) las inversiones que toda empresa hace para desarrollar su actividad, como los pocos empleos para especialistas extranjeros. b) el derrame de dólares que solo alcanza a los accionistas, pero no a las comunidades afectadas, o c) el potencial derrame de cianuro en las fuentes de agua.
Estas afirmaciones no se basan en prejuicios o mentiras, sino en la observación de la realidad minera pasada (El Estor, San Ildefonso Ixtahuacán) y presente (Sipakapa, San Miguel Ixtahuacán), que demuestra claramente que la inversión privada nunca se ha convertido en un mejor nivel de vida para las poblaciones cercanas a la explotación, mientras las empresas perciben cada vez mayores ganancias: la onza de oro superó los 1,100 dólares este mes.
La posición que favorece la minería sólo desde argumentos económicos, también tiene una postura errada sobre los impactos ambientales. En el peor de los casos, los niegan y en el “mejor” caso los consideran “externalidades”, que deben asumir las comunidades pero no la minera. Incluso se afirma que “toda actividad humana tiene impactos en el entorno” (lo cual es cierto, pero no puede compararse el impacto ambiental de una milpa familiar con el de una gran empresa minera o petrolera).
Incluso dentro de las posturas opuestas a la minería, es frecuente encontrar argumentos igualmente centrados en lo económico (en especial en el tema de las regalías). Por supuesto, esta cuestión es crucial. Desde ningún punto de vista puede considerarse como justo que la minera se quede con el 99% de las ganancias y el restante 1% se divida entre el gobierno central y el gobierno local, sin que una gota llegue a alcanzar a las comunidades más pobres.
Pero, aún aumentando las regalías (y aunque la mentira del “efecto derrame” fuese cierta), la minería de metales sigue teniendo graves impactos ambientales que no entran en ningún cálculo económico. Centrar el debate solamente en perspectiva de las “ganancias”, la “riqueza” y el “oro” (aún posicionándose a favor de las comunidades) es limitar la discusión al mismo terreno en el que quieren ubicarlo los defensores de la minería.
Debe debatirse seriamente si es mejor prevenir los impactos ambientales y sanitarios, o dar una pequeña compensación monetaria a quienes los sufren. Estas son cuestiones que podrían abordarse en una nueva ley de minería. Una ley que, aún aumentando las regalías (digamos a un 50%), no se centre solo en el tema económico, y que no vele solamente por las empresas sino también, y sobre todo, por las comunidades y la naturaleza.
Por último, también resulta urgente que el gobierno proporcione alternativas de producción y sobrevivencia a las comunidades para que no caigan en la trampa de los falsos “empleos”. O en todo caso, si considera que ése no es su papel o que no tiene suficientes ingresos para ello, debería dejar espacio y dar facilidades a las comunidades para que ellas mismas construyan sus propias alternativas económicas frente a la minería.
Guatemala, 16 de noviembre del 2009.
Editorial del noticiero Maya K'at de la Federación Guatemalteca de Educación Radiofónica -FGER- noviembre 2009. www.fger.org

Por qué oponerse a la minería de metales? (II)

Camilo Salvadó

Cuando se debate el tema de la minería de metales, existe la necesidad de prestar al tema ambiental por lo menos la misma atención que se da al tema económico.
Razones ambientales
Cuando se habla de los impactos ambientales de la minería, no nos referimos simplemente a que se esté “arruinando el paisaje” (Siglo XXI 16/07/09), sino a cuestiones mucho más serias, que tienen a su vez implicaciones en la economía, la salud y la alimentación de las comunidades cercanas a las minas. Tal es el caso de Valle de Siria en Honduras, donde se han denunciado muchos efectos nocivos en la salud de las poblaciones cercanas.
En Guatemala, los voceros de la mina Marlin continúan negando que la actividad de la misma tenga algún tipo de impactos ambientales, pese a que ya están comprobados sus efectos en la salud de los habitantes de las comunidades cercanas y en trabajadores de la mina (erupciones en la piel por contaminación de la sangre con cobre y arsénico), así como el hecho de que se han secado ya 40 pozos de agua comunitarios (Diario de Centroamérica, 11/03/09).
Por otro lado, está la deforestación asociada a este tipo de industria (que resulta innegable), ya que la minera requiere, en primer lugar de talar los árboles de la zona, y en segundo lugar de literalmente “moler” la montaña, para separar la tierra de los metales, utilizando para ello maquinaria pesada (extracción a cielo abierto) y químicos venenosos (lixivación con cianuro de sodio), lo que implica la destrucción y contaminación tóxica del suelo.
Con esto nos referimos a que los suelos donde se ha practicado la explotación minera de metales a cielo abierto, tal como hoy se practica, no podrán ser utilizados para cultivos o para reforestación, teniendo impactos a largo plazo en la alimentación de las comunidades. Consideremos además que para obtener el oro necesario para fabricar un solo anillo de 18 kilátes, se necesita generar hasta 20 toneladas de desechos sólidos.
Otro impacto ambiental muy serio es sin duda en el agua. Recordemos que el impulso a la minería se da sobre todo en las cuencas altas, donde, por razones geológicas, están los mayores yacimientos de oro y otros metales con valor estratégico. Pero es también en las cuencas altas donde están la mayoría de nacimientos de agua, por lo que la deforestación, la sobre explotación de las fuentes de agua y la destrucción del suelo interrumpen el proceso de recarga hídrica.
Como se indicó, el agua explotada por la mina Marlin es envenenada con cianuro y otros químicos durante el proceso de lixivación; luego es embalsada en un agujero llamado pomposamente “represa de colas”, que no impide la filtración de los químicos a las aguas subterráneas. En Honduras y otros países se han documentado accidentes por derrames y roturas de estas “represas”. En Guatemala ya ha habido varios derrames de camiones con cianuro, que además ha sido introducido al país sin pagar impuestos (Prensa Libre, 30/06/09).
La cuestión del agua no sólo es preocupante desde el punto de vista de sus impactos ambientales, en la salud de los seres vivos y en la alimentación. También es a todas luces injusto que las mineras puedan explotar de forma totalmente gratuita hasta 250,000 litros de agua por hora, la misma cantidad que una familia campesina podría consumir en unos 22 años (en teoría, si es que tuviera acceso a agua potable y entubada).
Cuando se debate el tema de la minería de metales, existe la necesidad de prestar al tema ambiental por lo menos la misma atención que se da al tema económico. Después de todo, recordemos que la postura a favor de la minería por lo general niega dichos impactos ambientales.
Entre los grupos opuestos a esta industria extractiva, abundan las críticas centradas solamente en lo ecológico (ignorando o tomando en cuenta superficialmente el tema económico). Esta posición, si bien puede sostenerse desde el punto de vista de la ética de la vida, con frecuencia tiende hacia una visión idealizada de la naturaleza y de las comunidades campesinas, ignorando las condiciones de pobreza y explotación en que cotidianamente sobreviven.
De forma similar, las críticas centradas solamente en el terma económico, pierden de vista no solo los vínculos directos entre ambiente y economía, sino también que los impactos ambientales en si mismos, son razones de peso suficientes para oponerse a la minería de metales. Es preciso que las críticas no se centren sólo en el tema de las regalías, pues incluso si estas aumentaran, esto no eliminaría los impactos ambientales.
- Camilo Salvadó Investigador del Área de Estudios sobre Campesinado (AEC), de la Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala (AVANCSO), fue editorial del noticiero Maya K'at de la Federación Guatemalteca de Educación Radiofónica -FGER- del día martes 1 de diciembre del 2009. www.fger.org

sábado, 5 de diciembre de 2009

Goldcorp devora el territorio por la fiebre del oro

Jueves 03 de Diciembre de 2009 12:55

Desmonte de GoldCorp en Mina MarlinEl oro no se come. Estos días, se devora. La onza del metal precioso superó los 1.195 US$, un record histórico. En tiempos de crisis global financiera, el mundo entero se enferma por la fiebre de oro. Empresas mineras como Goldcorp ganan a costo de las comunidades en San Marcos.

Fuente: Por Sam Verhaert * publicado por COPAE

01/12/2009. Los últimos meses, las monedas y los lingotes de oro se han vendido como tamales de navidad. El dólar cayó, la crisis financiera arrastró todo, pero el oro no perdió posición. Es el principal refugio de inversores nerviosos, y bancos alrededor del mundo están asegurando su futuro almacenando el metal.

Según el World Gold Council, la reserva de oro almacenado es de casí 30.000 toneladas. En 2008, 31% de la demanda total de oro era para la inversión (identificable), 57% se utilizó para joyería y 12% en uso industrial y dental.

O sea, casí un tercio del oro que se extrae no se usa. Se guarda en cajas fuertes. Los pobladores que viven sobre las reservas de este metal no tienen caja fuerte ni oro.

Empresa hambrienta

Los mineros están con hambre. En el departamento de San Marcos, la empresa Canadiense Goldcorp Inc. tiene, a través de sus subsidiarios Montana Exploradora y Entremares de Guatemala, 15 licencias vigentes. Según los últimos datos del MEM, sus licencias ocupan 573 kilómetros cuadrados, lo que equivale al 15% del territorio de San Marcos.

Cartel de Mina MarlinActualmente, Marlin I es la única licencia donde se está sacando metales en San Marcos. Su impacto es enorme. Montana Exploradora devora el territorio de San Miguel Ixtahuacán y Sipacapa, 24 horas por día. En 2008, se excavó y procesó 1.845.000.000 toneladas de roca en la mina Marlin (según el Informe Anual de Goldcorp). Son más de 1.000 camiones por mes. Dicho de otra forma, 55 piscinas olímpicas de tierra contaminada con cianuro. Cada mes.

El mismo año, Montana extrajo y vendió 241.300 onzas de oro, con el precio promedio del oro a 870 US$/ onza. Los datos son orgullosamente publicados en su página web para los tiburones accionistas en los 7 mares del neoliberalismo. Algunos inversionistas golosos en Canadá, Suecia, Noruega y otros países febriles ya sacaron sus calculadoras para 2009 porque el precio del metal casí triplicó.

Cuando Montana, en 2002 todavía parte de Glamis Gold, empezó sus exploraciones en San Marcos, el oro se cotizaba a 309,66 US$. No sorprende que Goldcorp Inc., la empresa mamá en Canadá, afirma ser la minera de oro más rentable del mundo. Fanfarronea que de todas las empresas mineras, la suya crece a mayor velocidad. 'Calidad'.

Migajas para los pobres

El clima actual le favorece bastante a las industrias extractivas. El Estado de Guatemala aún más. El Director Ejecutivo para Centroamérica y Sudamérica de Goldcorp Eduardo Villacorta, en las audiencias de la Comisión de transparencia del Congreso de la República, afirma que la Mina Marlin utiliza 12 litros de agua por segundo.

Saquemos nuestros calculadoras, por favor. Son 1.036.800 litros diarios. Una familia campesina, gasta unos 30 litros por día, podría sobrevivir 91 años con esa cantidad. La empresa le ha pagado 0.000.000 Q al estado y otros 0.000.000 Q a las comunidades.

Nobstante, en El Ingeniero, su folleto para las comunidades, Montana afirma de haber invertido 15.407.810 Q de 2006 al 2008 en proyectos de desarrollo comunitario. Aunque eso le corresponde al Estado de Guatemala, y no a un Santa Claus falso, seamos honestos: no es poco.

Desmonte en Mina Marlin de GoldCorpSin embargo, hay que entenderlo como migajas para los pobres. No alcanza ni siquiera a un porciento si lo comparamos con las ganancias netto de Montana en ese periodo: 188.800.000 US$. Más de un millar y medio de Quetzales.

Para los que quieren marearse: mamá Goldcorp, que saca oro en todas las Américas, ganó 2.344.000.000 US$ en estos años. En Quetzales ni cabe en la calculadora.

Ni El Ingeniero, ni la página web, mencionan el conflicto social que causa la distribución de sus proyectos 'de desarrollo'. Donde hay ganadores, hay perdedores. Como explica el Padre Eric Gruloos:

"Los que se atreven a oponerse a la mina, cosechan el rencor de sus vecinos. Los trabajadores de la mina amenazan a mis parroquianos. 'Si la mina no nos da la cancha deportiva, el asfalto o el maestro para nuestra escuela, es porque usted no se ha callado.' Este terror me recuerda al conflicto armado."

Goldcorp no vino a San Marcos a 'desarrollar' los pueblos. Vino a sacar metales de gran valor en circunstancias favorables. Punto. Vino a ganar dinero y gana un dineral con este clima financiero. Es una empresa gorda. Y le encanta comer del plato de los demás.

*Sam Verhaert ha sido voluntario de CATAPA en la COPAE entre enero y diciembre 2009

http://www.noalamina.org/mineria-latinoamerica/mineria-guatemala/goldcorp-devora-el-territorio-por-la-fiebre-del-oro

Campaña Nacional de Firmas por el NO a la Minería Química a Cielo Abierto
y la Minería Nuclear en todas sus formas

Los ciudadanos del territorio argentino decimos NO a la minería química con la modalidad a "cielo abierto" y a la minería radiactiva en todas sus modalidades (cielo abierto o por galerías).

  • Pedimos la nulidad y derogación de la Ley de Inversiones Mineras (Ley Nacional 24.196) y normas complementarias.
  • Exigimos la derogación y anulación por parte de la República Argentina del "Tratado de Integración Minero Argentino-Chileno".
  • Reclamamos el cierre definitivo y la recomposición del ambiente, según el art. 41 de la Constitución Nacional, de todas las minas abandonadas y aquellas que están funcionando y no respetan la ley general del ambiente (ley nº 25675).
  • Pedimos previa autorización expresa para la utilización de recursos hídricos compartidos de las poblaciones de las provincias potencialmente afectadas por un emprendimiento minero que se expresarán por referéndum y demandamos la participación de la autoridad ambiental nacional en caso de efectos ínter-jurisdiccionales.
  • Pedimos se respeten estrictamente los principios ambientales preventivo, precautorio y de sustentabilidad contenidos en la ley general del ambiente y la sanción de caducidad de las concesiones mineras en caso de incumplimiento.
  • Reclamamos la detención y prisión de los empresarios mineros que contaminan el medio ambiente con sus delitos y la misma condena para los funcionarios públicos cómplices.
  • Denunciamos los planes nucleares que se fomentan desde el gobierno y enriquecen a los empresarios mineros que desarrollan emprendimientos mineros radiactivos.
  • Reclamamos expresa "Licencia Social" y participación ciudadana real y efectiva previas a los procesos de autorización de actividades mineras.

¡Sí a la vida y a la dignidad! ¡No al saqueo, destrucción y contaminación!

¡Sumá aquí tu firma a este reclamo!