Los corresponsales de Prensa Libre recibieron ayer una charla de la Escuela de Pensamiento Ecologista Savia sobre cómo mejorar la cobertura periodística en temas ambientales, como parte del curso de formación ecológica para comunicadores.
POR GEOVANNI CONTRERAS
“La economía no ha tomado en cuenta que los recursos naturales son finitos, por lo que el objetivo final es compartir un pensamiento ecologista para hacer conciencia, especialmente en uno de los países con mayor diversidad, como el nuestro”, expuso Rey Rosa.
Algunos de los temas presentados son: identificación de problemas ambientales, ecología con enfoque integral, periodismo ambiental, enfoque regional y la diferencia entre bosques y plantaciones. La inauguración del curso estuvo a cargo de Gonzalo Marroquín, director editorial de Prensa Libre.
Problemas comunes
Durante la actividad, los periodistas expusieron los problemas más recurrentes en sus departamentos.
“Acá lo más preocupante es la contaminación de la cuenca, los ríos que alimenta el Lago de Atitlán. Prueba de ello es la crisis cuando surge la cianobacteria, alimentada por la cantidad de fósforo”, refirió Ángel Julajuj, corresponsal de Sololá.
Aroldo Marroquín, reportero asignado a las coberturas de San Marcos, afirmó que la actividad minera y las hidroeléctricas en ese departamento son las que más problemas causan. “Acá por ejemplo nos dieron sugerencias para las preguntas que hagamos sobre esas actividades, pero enfocadas a largo plazo”, indicó.
“La depredación, la proliferación de basureros clandestinos y el petróleo es lo que más está contaminando las fuentes de agua y los parques, por ejemplo, el Parque Laguna del Tigre, ubicado en el municipio de San Andrés, está 25 por ciento contaminado”, dijo Rigoberto Escobar, corresponsal de Petén.
Durante la exposición, se hizo énfasis en que la explotación minera en comunidades produce degradación de suelos y fuentes de agua, aunque se niegue esos efectos. Incluso, se recordó que el 97 por ciento del agua dulce en el país tiene algún grado de contaminación.
“La Punta de Manabique está sufriendo mucho por la tala inmoderada. Está lleno de basura y de la falta de conciencia en las autoridades. Allá es el poder económico que ejerce influencia para otorgar licencias para actividades que perjudican el ambiente”, denunció Edwin Perdomo, corresponsal de Izabal.
La deforestación de 73 mil hectáreas de bosques al año y contaminación de 38 millones de tonelada de roca son otros datos revelados.
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